Navegacion Estelar II - Swaruu de Erra -Como pilotar una nave

Author
Despejando Enigmas, Robert
Published
August 27, 2019

Navegacion Estelar II - Swaruu de Erra -Como pilotar una nave

Swaruu (9): En la Navegación Estelar, describí cómo navegamos usando un mapa de frecuencia y no un mapa de ubicaciones físicas. En un mapa de frecuencias, lo que es importante es la relación entre las frecuencias específicas dadas, que pueden tomarse como destinos o ubicaciones, y no conceptos como la distancia y la ubicación direccional-espacial como lo sería en un mapa tradicional físico.

Una frecuencia, es una ubicación, no solo la representa, como un punto y un nombre representarían un lugar en un mapa tradicional, es una ubicación en sí misma. Como todo es energía, la única diferencia entre una ubicación y otra es su frecuencia. Como hemos descrito anteriormente, la frecuencia de una ubicación es el resultado de la combinación de todas las interacciones de energía no solo de los objetos y las cosas en esa ubicación, sino también de la relación con otras ubicaciones que la rodean, dentro de una sopa continua de energía potencial en forma de ondas. Cada objeto, grande o pequeño, vibra a un ritmo específico desde un nivel subatómico, y esa velocidad de vibración es lo que llamamos densidad.

La materia es siempre el resultado de la conciencia y es una consecuencia de la conciencia. El campo de energía potencial de vibración ultra-alta y densidad ultra-alta que llamamos Éter no es otra cosa que Conciencia Unificada, el Campo Unificado de donde todo lo demás, todo lo existente sale o se manifiesta. Cada pieza-fragmento holográfico del campo de conciencia unificada, Éter, tiene el mismo poder que el todo y es el todo en sí mismo. Cada forma viviente, la conciencia de cada persona no solo es parte del Éter, es el Éter en sí mismo, definiendo el término pieza o fragmento holográfico como algo que, aunque sea un fragmento de un todo, conserva todos los atributos y los poderes del todo, del original.

Todo en el Éter funciona y es en forma de fluctuaciones de energía y variaciones dentro del campo, son patrones de onda. Cada onda única está definida por una cresta y un valle que se mueve y se encuentra en una tasa de tiempo específica, esto se denomina frecuencia. Y la frecuencia de una onda se define por un período de tiempo que está dado por y como resultado de la conciencia del observador. Cuando la conciencia de un observador da a la frecuencia de una onda, una tasa de tiempo específica con complejidad añadida, de una manera matemáticamente perfecta y ordenada, se le denomina Armónicos de una Frecuencia. Y esto ocurre como resultado de una intención consciente repetitiva del observador, el patrón de pensamiento que resulta de un proceso creativo-imaginativo.

Cuando los armónicos de una frecuencia tienen suficiente energía constante y son del tipo correcto, formarán ondas estacionarias, esos son puntos dentro de un campo de energía donde una parte concentrada de esa energía no se absorbe nuevamente en el campo de onda de energía potencial, a medida que los armónicos de la frecuencia alimentan constantemente ese punto específico con energía dada a una velocidad muy específica manteniéndolo siempre presente y continuamente energizado. Esto formará un punto de energía concentrado dentro del campo, este punto se llama nodo, y con suficiente complejidad adicional, formará un objeto al que llamaríamos materia dura y, dependiendo de los o de sus armónicos de la frecuencia, la materia formará un objeto. Pero su existencia siempre dependerá de la frecuencia y los armónicos que se le den por lo que los causa o provoca…y eso es la conciencia del observador.

Definiendo los armónicos de una frecuencia como la secuencia ordenada de pulsos dentro de un campo de energía potencial. Cada frecuencia y armónicos de una frecuencia dependen de una tasa de tiempo. Esta tasa de tiempo es el resultado de los cambios en la intención y la atención de la conciencia del observador. El tiempo es el resultado de la conciencia del observador, ya que anima sus conceptos e ideas dándoles una secuencia, sus propias ideas, proporcionándoles sentido y lógica. El tiempo es una percepción dada por el orden de los conceptos en la conciencia del observador y la velocidad con la que secuencia sus ideas. Cuanta más conciencia tenga, más conceptos podrá manejar y a mayor velocidad, ya que significa procesar más percepción de datos, esta percepción determinará qué densidad de existencia puede percibir el observador. Esta tasa más alta significa armónicos de una frecuencia más rápidos y complejos que el observador puede crear dentro de un campo de energía potencial.

No hay densidades de existencia como tales, no como reinos separados, una Densidad es el resultado de la capacidad de percepción del observador-conciencia, la velocidad con la que puede procesar datos, la velocidad que puede dar a los armónicos de una frecuencia. La materia depende su existencia de la percepción del observador-conciencia. Éste no puede percibir nada, ningún objeto o situación, que esté en una frecuencia más alta que su nivel propio de frecuencia-percepción. El observador-conciencia puede animar y entender sus propias percepciones solo a su ritmo propio y no puede percibir nada manifestado como consecuencia de una armónica de Frecuencia fuera de su rango de percepción... Cuanta más conciencia tenga, más percepciones puede manejar, y entre más percepciones puede procesar, mayor será la velocidad de los armónicos de una frecuencia que puede manejar, lo que da como resultado la capacidad de ser consciente de una Densidad de existencia más alta.

Los reinos de baja densidad de existencia son el resultado de un armónico de una frecuencia de dinámica lenta, y cuanto más rápido vayan, resultará en una Densidad-percibida progresivamente más alta. Y como se explicó anteriormente la velocidad está dada por el observador-conciencia. Esto significa que hay tantas densidades de existencia como hay observadores-conciencia. Y más de un observador- conciencia puede percibir lo mismo como resultado de armónicos de una frecuencia similares entre cada uno de ellos. Similares, pero nunca iguales a su punto de atención, siempre diferentes. Definimos el punto de atención como cada observador-conciencia que tiene su propio flujo individual de patrones de pensamiento y percepciones, una persona, un ser.

La interacción entre varios puntos de atención individuales da como resultado una ecualización parcial de la percepción entre ellos, ya que combinan patrones que son armónicos de una frecuencia que a su vez darán lugar a un conjunto de nodos concentrados o puntos de concentración de energía dentro del campo de energía potencial que serán, a su vez, percibidos por ellos como objetos materiales que conforman su “mundo exterior” compartido. Cada conciencia individual-observador-persona, o ser, crea una realidad personal y crea una realidad colectiva también como resultado de combinar los armónicos personales de una frecuencia con los de otros, formando más armónicos de una frecuencia colectivamente, suma de los personales y los colectivos, donde los nodos o los puntos de energía concentrada que crean materia dura son el resultado de combinar la frecuencia personal de percepción con la de las otras personas o puntos de atención.

Cada observador-conciencia otorgará al campo sus propios armónicos de una frecuencia que a su vez interactuarán con los de otros creando una sopa de frecuencias. Cuando los armónicos personales de una frecuencia se combinan con los de otros, cambiará su naturaleza, armónicos, con dinámicas de interacción de onda llamadas interferencia destructiva e interferencia constructiva, cuando más de un observador-conciencia tenga los mismos armónicos de una frecuencia, agregará fuerza al nodo o punto concentrado de energía común a ambos, esto será interferencia constructiva. Pero cuando sus armónicos de una frecuencia difieren, disminuirá la energía dada al nodo, o lo cancelará totalmente, disolviéndolo. Todos los armónicos de una frecuencia se combinan para establecer nuevos nodos o puntos concentrados de energía que son el resultado de las interacciones matemáticas entre la interferencia destructiva y la interferencia constructiva donde la cantidad de energía de cada uno se combina para reducir o aumentar la potencia otorgada a cada nodo o punto de concentración de energía, lo que da como resultado una manifestación combinada o un mundo externo compartido percibido.

Cuando una persona o un ser, un observador-conciencia tiene un pensamiento específico o una secuencia de pensamientos, estos también son frecuencias específicas resultantes de una dinámica de frecuencias compuestas de harmónicos específicos como se describe anteriormente. Cuando se le da suficiente energía de atención a ese proceso de pensamiento, la frecuencia resultante de la persona coincidirá automáticamente con la frecuencia del objeto o situación percibida en su pensamiento, atrayendo el objeto o la situación hacia sí dentro del marco de su percepción de lo que esa persona llamará mundo externo, esto se llama la Ley de los Espejos y rige este Universo. Las frecuencias iguales se atraen entre sí porque son las mismas, son una y la misma, por lo que la frecuencia de pensamiento es igual a la cosa o la situación en la mente del individuo y esto es igual al objeto externo percibido y a la situación, porque no existen los objetos o situaciones como tales y como frecuencias están todos dentro de la misma sopa de campos de energía potencial de armónicos de frecuencia que los mismos patrones de pensamiento colectivos e individuales que los están creando. ¡El pensamiento es el objeto y el pensamiento es la situación o situaciones, no hay diferencia! No hay un mundo externo para ti, tú eres quien lo tiene todo en tu mente, lo estás haciendo todo, tanto colectiva como individualmente. A esto se le llama la Ley de Atracción.

El mundo externo viene siendo un reflejo de tu mundo interno y la única manera de cambiar tu mudo externo es cambiando tu mundo interno primero.

Cuando la comprensión es reducida también se reduce la percepción de las cosas, que es la idea o el valor que le damos a las cosas externas objetos o situaciones usando nuestros conocimientos previos. Cuando es reducida menos información y menos energía están siendo producidos y procesados por el observador-conciencia o persona lo que significa que ésta se encuentra en una Densidad Existencial baja porque las bajas tienen menor cantidad de detalles y una velocidad más lenta dentro de sus Armónicos de Frecuencia. Y entre más alta sea una densidad se tiene más y más detalle que es agregado a la percepción de la persona y ésta a su vez puede procesar progresivamente más y más información lo que ocasiona que los armónicos de la Frecuencia dentro de densidades altas sean progresivamente más rápidos. Lo que le da la velocidad de manifestación más rápida también. El hecho de que las cosas se manifiesten más rápido en una densidad superior depende únicamente de la persona creando sus armónicos de frecuencia como resultado de su agregada o incrementada capacidad para procesar los datos. Cada densidad depende de la percepción de cada persona y es la percepción de cada persona, no algo externo a la persona.

Un objeto solido percibido por una persona que es la conciencia-observadora es una concentración de ondas estacionarias dentro de un campo que están más o menos en estado fijo dada su armónica de su frecuencia a ritmo estable dándole la percepción a la persona que observa que se trata de un objeto material sólido. En cambio, una situación es el resultado de una combinación o secuencia de Armónicos de una Frecuencia en un proceso dinámico que involucra un ritmo específico dentro de un marco temporal dado por el observador-conciencia o persona. Es la interacción dinámica de tanto ideas-percepción y objetos solidos percibidos durante un lapso o secuencia de tiempo. Es una secuencia de harmónicos de frecuencias interactuando entre si con precisión matemática.

Estas interacciones entre frecuencias con precisión matemática definen las longitudes de onda dentro de una Densidad existencial y también definen las frecuencias exactas dentro de un campo energético.

No hay materia como tal, porque todo es y se debe a las ondas estacionarias, puntos de energía concentrados o nodos dentro de un campo de energía potencial llamado Éter que es percibido por la persona observadora. Y como he explicado arriba el Éter es una sopa hecha de conciencia.

Estas interacciones matemáticas específicas y sus interacciones entre si creando una sopa compleja de harmónicos de frecuencia dentro de un campo de energía potencial llamado Éter es lo que llamamos una locación o un lugar. Una combinación de interacciones específicas resultando en una percepción de objetos solidos interactuando entre si dentro de un espacio y a través de un marco temporal es lo que interpretamos como observadores como una esquina de una ciudad, por ejemplo, con sus postes de luz, banquetas, casetas de teléfono, tomas de agua para bomberos, y cada pequeño detalle ahí por igual. Siendo que los vehículos y las personas pasando por ese lugar también son patrones energéticos resultado de sus propios armónicos de frecuencias dentro del mismo campo de energía potencial dentro de un continuo e incansable interacción entre sí a un ritmo temporal específico que les es dado por, tanto la interpretación personal del observador-conciencia o persona, como también por la suma de personas-observadoras o colectivo que por su misma capacidad de percepción y de procesamiento de datos viven o comparten una misma densidad existencial.

Todas estas frecuencias y sus armónicos que los componen son exactas y nunca se repiten, nunca son iguales a otras y son interpretadas como una locación exacta dentro del espacio tiempo. Las exactas frecuencias y sus armónicos son exactamente lo que podemos usar para guiar una nave. La locación y sus armónicos de frecuencia pueden ser tan pequeños como un átomo o tan grandes y complejos como una Galaxia o como el Universo entero, añadiendo complejidad progresivamente a medida que se expande. La exacta armónica de una frecuencia de un planeta, por ejemplo, dentro de la sopa de energía potencial que llamamos Éter y que externamente ustedes le han llamado Continuidad espacio temporal, es su lugar o posición exacta dentro de un mapa estelar y también son los datos exactos que introduciremos a nuestro ordenador de navegación de nuestra nave espacial para proporcionarle nuestro destino.

Todas las frecuencias y sus correspondientes armónicos son y se pueden interpretar con valores numéricos y son matemáticamente observables y predecibles con sus correspondientes ecuaciones y formulas. Esto le agrega un elemento de previsibilidad al campo de energía potencial que los contiene. Siendo que estos son interpretados como objetos y situaciones dentro de un marco dinámico, esto se puede traducir como que al entender las interacciones energéticas con nuestras ecuaciones y fórmulas matemáticas podemos predecir la siguiente secuencia numérica-frecuencial. Predecir el futuro.

El entender estas interacciones matemáticas y sus relaciones entre sus frecuencias y entre sus armónicos de sus frecuencias constituye un mapa de frecuencias que puede ser un mapa pequeño, como la representación energética de un lugar pequeño en particular, o puede ser tan grande como un mapa energético en forma de mapa estelar por frecuencias energéticas para guiar naves a través del Cosmos.

Un mapa de frecuencias es una interpretación numérica de las interacciones entre ondas dentro de un campo de energía potencial, o Éter, y puede ser de locaciones o puede ser de situaciones o combinado. Esencialmente es un mapa del Éter, un mapa Etérico.

Los objetos están conectados con las situaciones que también pueden ser circunstancias. Existen dentro de cierto contexto dentro de un campo. Este contexto es único y es representado por un valor numérico. Así se puede representar una situación en una locación dentro de cualquier contexto, pasado presente o futuro por igual ya que todos son resultado de construcciones matemático-harmónico-frecuenciales. No hay pasado, no hay presente ni hay futuro, solo hay harmónicos de frecuencias dentro de un campo y por lo tanto son reproducibles o repetibles.

Como lo he descrito arriba, todo lo que se debe hacer es repetir las exactas frecuencias y sus armónicos correspondientes del lugar o de la situación a reproducir, esto también se le llama destino, y estarás ahí exactamente porque esa frecuencia y sus armónicos no solo representan ese destino, sino que son ese destino exactamente.

El área o locación a donde llegaremos, nuestro destino, es lo que yo llamaré contexto, y es el resultado de todas las interacciones de todas las frecuencias ahí, completas con todas sus harmónicos de una frecuencia y todas las interacciones y dinámicas entre sí. Ahora podemos representar todo el contexto como una compleja secuencia de interacciones matemáticas, entre más complejas, más detalles representa. Podemos representar una escena fija no animada con valores frecuenciales numéricos puestos en un patrón de cuadricula matemática que es un cianotipo representación perfecta de esa escena en particular, instantánea precisa de ese o de cualquier otro evento. Esto es una representación estática a manera similar a fotografía del contexto. Cada detalle minúsculo dentro de la escena “fotografía” es representado por su valor matemático-frecuencial como una serie de números en una cuadrícula. Esto representaría una escena-contexto-fotografía 2D o de dos dimensiones. Añadiendo más detalle en la forma de interacciones numéricos y valores podemos formar una compleja representación 3D o tridimensional de la escena o contexto. Una completa y ultra detallada representación de una situación completa, fotografía de esta, fija en el espacio y en el tiempo.

El próximo paso es añadir una secuencia de estas representaciones numéricas de la escena-contexto animadas matemáticamente usando las interacciones entre si entendidas por sus harmónicos de sus frecuencias que componen los objectos y las situaciones y sus interacciones entre sí dándoles una secuencia animada.

Esta escena o contexto es un punto específico en el espacio tiempo que podemos usar como un destino.

Como todos y cada una de esas secuencias de escenas-contexto son matemáticamente precisas obedeciendo a ecuaciones conocidas podemos usar esto para calcular un evento que aún no ha ocurrido. Cuando una escena-contexto es muy localizado y con un número pequeño de detalles en forma de frecuencias y su armónica, así como su interacción matemática entre sí, matemáticamente podemos calcular que ocurrirá a continuación con mucha precisión, pero a medida que vamos agregando más y más detalles, la escena-contexto necesitará más y más poder de cálculo para poder entender y prever lo que sucederá a continuación porque los variables se incrementan exponencialmente.

A este proceso le llamamos cálculo de eventos dentro de un campo cuántico.

Usando este proceso también podemos producir situaciones frecuenciales-matemáticos que son diseñados para encajar o para ser amalgamados dentro de una escena-contexto real, tomada del mundo externo. Literalmente insertando una situación, a una persona, o a una nave espacial directamente dentro de este campo-contexto-situación. O también podemos remover de igual manera. Lo único que debemos hacer es hacer que las frecuencias y las dinámicas de sus harmónicos de frecuencia encajen entre sí.

También podemos insertar un objeto, una persona, o una nave o virtualmente cualquier cosa de una escena-contexto real a otra escena-contexto diferente y también real. En esta situación lo que se hace es que se debe alterar las frecuencias y sus harmónicos de una frecuencia de la primera situación u objeto para que sea compatible con la segunda que lo recibirá (destino). En el caso de insertar un objecto dentro de otra escena-contexto real, la relación matemáticamente precisa entre sus armónicos de sus frecuencias no necesitan ser amalgamadas con precisión como es en el caso de insertar una situación dentro de otra. En el momento en el que el objeto es insertado, automáticamente alterará toda la dinámica energética de la escena total. Desde el punto de vista de alguien observando esta escena, el objeto simplemente aparece ahí de la nada. Por las reacciones de los observadores-consientes, al alterar el lugar que recibe tal objeto nuevo, ocasionan los ajustes frecuenciales dentro de la dinámica de la Matrix energético-numérica del lugar en donde fue manifestado el, y ante la presencia de, un objeto nuevo.

Todos estos cálculos requieren grandes cantidades, en los trillones de trillones de cálculos matemáticos precisos a velocidades de nano segundos. Se necesitan ordenadores muy poderosos y avanzados que no utilizan el lenguaje binario y para poder lograr esto hacen sus cálculos usando probabilidades dentro de un campo cuántico usando varios millones de nano-aceleradores de partículas dentro de cada núcleo de procesador.

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